Ya en 1600 se conoce que existian dos imagenes en Cieza de la advocación mariana del Buen Suceso, una bastante pequeña, llamada aparecida y milagrosa, sita en el hospital de San Pedro, que se levantaba donde ahora se situa el colegio San Bartolomé - La Era, en la habitación dedicada a los enfermos contagiosos.
La otra imagen, algo más grande, era la que se sacaba en procesión.
Tras la demolición del hospital, a principios del s. XVIII, se trasladará la peqeña imagen a una pequeña ermita situada en un cabezo a las afueras del pueblo, donde se veneraba a un Cristo del Calvario. En ese cabezo encontraríamos un via-crucis.
En 1745 se nombra patrona de Cieza a la Virgen del Buen Suceso por demostrar ser milagrosa en numerosas causas (lluvias, enfermedades, etc). Cuenta también la leyenda que durante unos días la imaen pequeña desapareció de su relicario y cuando volvió la imagen, el ermitaño le preguntó donde habia estado. Cual fue su sorpresa cuando la Virgen le respondió que había ido a salvar a unos naufragos que la habían invocado. El ermitaño pudo comprobar que tenia el pequeño manto manchado de arena.
Hasta principios del s.XIX, los actos religiosos en honor a los patrones serán muy diferentes a los que actualmente se celebran. El último día de la feria en honor a San Bartolomé, se realizaba el traslado desde la basílica hasta la ermita del Santo, como ahora, con la diferencia de que la Virgen esperaba en la puerta de entrada al atrio del monasterio de la Inmaculada Concepción, cuyas monjas eran sus camareras, a que el Santo pasara, para después unirse al desfile, acompañar hasta la ermita a su compañero en el patronazgo y seguir hasta la Iglesia de la Asunción donde se celebraría un novenario en honor a la Virgen del Buen Suceso. El día ocho de septiembre se trasladaría a la Virgen hasta la su ermita (actual ermita del Santo Cristo).
A partir de 1804, los actos cambiarian, iniciandose los actos el ocho de septiembre, y siendo su traslado de vuelta al eremitorio con su nombre, dos domingos después, como actualmente.
Durante la Guerra Civil Española serian destruidas las imágenes de la Virgen, tanto la grande como la pequeña y milagrosa.

En 1942, se encarga al escultor murciano Juan Gonzalez Moreno la realización de una nueva talla de la Virgen del Buen Suceso. La cual sería bendita y se estrenaría en desfile junto a San Bartolome, (tambien nueva imagen) el 24 de agosto de ese mismo año.
Tambien ese año se encargaria al mismo escultor la creación de un santuario en el collado de la Atalaya.
En 1945 se realizaría la primera romería.
En 1995 se celebraría el 250 aniversario del nombramiento como patrona de Cieza a la Virgen del Buen Suceso. En un acto solemne celebrado el 31 de enero, volveria en procesión, acompañada de San Bartolomé, a su antigua ermita, la del Santo Cristo del Consuelo.
El maestro Ciezano d.José Gomez Villa compondría su himno:
Entre el castillo y la Atalaya
brilla una estrella radiante de esplendor
del Buen Suceso es Soberana
y nos bendice con Amor
Peregrinos, adelante
caminad con ilusión
vamos todos a cantarle
¡Viva la Madre de Dios!
Virgen del Buen Suceso
la del cetro maternal
gloria de nuestro pueblo
que te aclama sin cesar.
Hacia tu santuario
bella y celestial mansión,
acudimos los ciezanos
con fervor y devoción.
También existe una bella oración que data de 1751 dedicada a la Virgen:
Vuestro hallazgo celestial
nos asegura, Señora
Buen Suceso en cualquier hora
contra el dragón infernal.
Sois clara fuente de gracias
que formó la providencia,
con remedios y abundancias
para cualquier dolencia.
Vos el mundo atesora,
como de tal manantial,
Buen Suceso en cualquier hora
contra el dragón infernal.
Dais constancia en los temores.
Sois vinculo de piedad,
refugio de pecadores
y salud de enfermedades.
Como la mejor aurora,
nos das tu amor maternal,
Buen Suceso en cualquier hora
contra el dragón infernal.
Vuestra Gracia soberana
tiene leyes de clemencia,
a vuestro imperio se allana,
la más infausta dolencia.
Sois divina protectora
que nos das vuestro raudal,
Buen Suceso en cualquier hora
contra el dragón infernal.
Enfermos y deshauciados
reciben vuestra clemencia,
para dejarles librados
de todo achaque y dolencia;
y aquel que con fe os implora
le das tu amor virginal,
Buen Suceso en cualquier hora
contra el dragón infernal.
Virgen del Buen Suceso
yo te invoco cada día,
no te olvides tu de mí.
Y en la postrera agonía
ven a darme, madre mía
la paz que espero de tí.
¡Viva a la Virgen del Buen Suceso!
¡Viva a la Patrona de Cieza!